Emblemática casa de pueblo situada en el centro de Pollensa, con la gran ventaja de dar a dos calles.
Esta casa construida en los años 50 está en buenas condiciones y conserva la elegancia de una casa familiar con cierto encanto. Goza de una bonita arquitectura y un buen espacio para vivir. Con una superficie de 292 metros cuadrados, ofrece un espacio ideal para una familia grande.
En la planta noble, desde la entrada, que tiene un magistral arco de mármol, se accede a un gran salón con techos altos, una bonita chimenea y otra salita adyacente que permite ampliar aún más esta gran sala de estar.
Amplio comedor independiente perfecto para albergar grandes comidas que conecta directamente con la cocina independiente completamente equipada. Desde la cocina, se accede a un lavadero separado que a su vez conecta con el garaje privado. La planta baja también incluye un dormitorio doble con un aseo con ducha en suite.
La propiedad está distribuida en dos plantas, la planta superior comprende tres dormitorios dobles , dos de los cuales tienen acceso a su terraza privada la cual tiene unas fantásticas vistas hacia el famoso Puig de Maria. Esta planta también incluye dos cuartos de baño totalmente completos (uno de ellos en suite).
El jardín-patio de esta casa, que tiene unos 150 m2, rodea la propiedad, proporcionando sol y sombra según apetece. Sin duda el patio de atrás es el lugar perfecto para disfrutar de su porche barbacoa y donde cabría una piscina pequeña.
La casa goza de la calefacción central de gasoil con radiadores de hierro, aire acondicionado en el salón y en tres de los dormitorios y parking privado para un coche. El sótano de 32 m2 es ideal como bodega y trastero.