Mollina es una pequeña ciudad situada en la provincia de Málaga, en el sur de España, a unos 13 kilómetros de la ciudad de Antequera. Es conocida por su ubicación estratégica en la carretera principal que une las provincias de Málaga y Sevilla, así como por su proximidad a la famosa reserva natural de El Torcal y al Parque Natural de la Sierra de las Nieves. Tiene población de alrededor de 5.000 habitantes. Es un pueblo típico andaluz, con calles estrechas y empedradas, y edificios blancos con balcones floridos. La finca se encuentra en Mollina y consta de tres plantas con una superficie total construida de 552.41 metros cuadrados y dispone de una entrada principal en la planta baja con una amplia cocina conectada al patio, una oficina o sala de TV, un aseo de invitados, un salón con doble altura de techo y un comedor independiente, dos dormitorios, un baño y dos aseos, una sala de catas y eventos. Todas las estancias de la planta baja comunican con un patio central pavimentado, que cuenta con una piscina rodeada de césped y con cloración automática. La planta primera, de 167,35 metros cuadrados, tiene cuatro dormitorios, cuatro baños, una sala de estar y una habitación con acceso a un mirador. La planta segunda o torre, de 22,95 metros cuadrados, está destinada a zona de instalaciones. Además, la finca cuenta con una extensión de 42.000 metros cuadrados de viñedos con uva Merlot y Cabernet Sauvignon, cultivados de manera ecológica y con tratamiento de productos biodegradables. La producción anual es de entre 15.000 y 20.000 kg de uva, y el mantenimiento de la finca y el personal se compensa con lo que se obtiene de la venta de las uvas. La finca cuenta con licencia de vino y vende su uva a una bodega en Antequera al lado del hotel Convento La Magdalena, bajo el nombre de Bocatinta. La construcción de la casa ha sido muy cuidadosa para conservar el más puro estilo de la zona, recreándose en los importantes conventos de Antequera. La casa es ecológica, con muros exteriores muy anchos y ventanas climalit con filtro protector de rayos solares, lo que hace innecesario el aire acondicionado. Además, cuenta con placas solares para el suministro eléctrico, suelo radiante eléctrico y termos para agua caliente. Además, la propiedad cuenta con un apartamento con acceso exterior que conecta también con el patio, y que incluye un salón, una cocina, un dormitorio, un baño y un trastero. Desde el patio se accede a una torre desde donde se puede divisar toda la zona, y hay otra construcción sin terminar que actualmente tiene mucha altura interior y que está destinada a ser la zona donde se elaborará el propio vino. Si se cierra a dos alturas, permitiría una casita en dos alturas con espacio suficiente en la primera planta para cuatro dormitorios. La finca cuenta con suelos rústicos de buena calidad y vigas de madera, así como fibra óptica y alarma. Además, cuenta con licencia para alojamiento turístico, hotel y para celebraciones de eventos.