Amplia casa de pueblo con garaje y jardín en Alaro
Esta casa de pueblo está situada en el corazón del privilegiado pueblo de Alaró y tiene una superficie construida de 375m2. Ofrece un gran jardín y una terraza situada en la planta superior desde donde se puede disfrutar de las vistas del pueblo y las montañas.
La casa se distribuye en tres plantas y cuenta con un total de cinco dormitorios y tres baños, además de un amplio y luminoso salón-comedor con acceso a la gran cocina, así como al jardín. En la segunda planta hay dos habitaciones más que se pueden utilizar como dormitorios, sala de estar, despacho, etc.
La casa está conectada a la red eléctrica y de agua de la ciudad.
El pintoresco pueblo de Alaró se encuentra en una tranquila valle ubicada entre dos conocidas montañas al sur de la Sierra de Tramuntana. Se ubica en el centro de la isla de Mallorca y, actualmente, cuenta con más de 5.700 habitantes. Está a unos 20 minutos del centro de Palma, así como de las playas más cercanas y el aeropuerto. Cuenta con numerosos restaurantes, así como nuestra bonita oficina Engel & Völkers en la plaza del pueblo. Destaca por su arquitectura antigua y sus hermosas calles empedradas en la parte más antigua del pueblo, del mismo modo que por la naturaleza que lo rodea. En Alaró se celebra un mercado semanal todos los sábados, donde se pueden encontrar productos frescos locales y prendas de vestir. Además, sus habitantes de diferentes nacionalidades le brindan una gran diversidad cultural. Uno de los lugares más conocidos es el Castell d’Alaró, el cual está situado en lo alto de la montaña a una altura de 822 metros y está catalogado como bien de interés cultural. El castillo cuenta con unas impresionantes vistas a la campiña mallorquina y hasta la bahía de Palma, y se encuentra a unas dos horas a pie del centro del pueblo. Es un pueblo muy elegido por ciclistas y excursionistas ya que cuenta con algunas de las mejores rutas de la isla. La industria más importante para el pueblo fue la del calzado, que llegó a contar con 30 fábricas, y que hoy en día sigue contando con el taller de Tony Mora, conocido mundialmente por sus botas de vaquero hechas a mano.