Sant Carles de la Ràpita (15.000 habitantes) es el segundo pueblo de Cataluña al entrar desde la provincia de Castellón, en el sur. En Sant Carles de la Ràpita (o, como lo llaman los lugareños, Lá Ràpita) encontramos de nuevo un tema que los ávidos lectores de las descripciones de áreas de MiMove ya han visto antes: un pueblo tradicional con profundas raíces pesqueras y agrícolas (en este caso, el cultivo de arroz) que también muestra unas magníficas playas. El encanto y la belleza de una vida tranquila a orillas del mar han atraído a un número creciente de turistas y nuevos residentes y, con esto, el pueblo se ha transformado en las últimas décadas en una localidad turística de fama local. La mayoría de los nuevos residentes provienen de otras partes de Cataluña y del resto de España, por lo que los visitantes internacionales que llegan de Europa occidental aún deben descubrir las ventajas de encontrar una propiedad en venta en Sant Carles de la Ràpita. Sin embargo, entre las ciudades costeras del Mediterráneo, La Ràpita es un pueblo muy especial debido a una geografía muy particular. Esta localidad se encuentra situada justo delante de una península natural, la Península de Bañá. Esta es hoy en día un hermoso Parque Nacional sin desarrollar, que forma una bahía natural alrededor de La Ràpita y que la protege de las mareas. Por este motivo, las aguas que bañan las playas de La Ràpita son especialmente poco profundas y tranquilas, lo que las convierte en un destino ideal para unas vacaciones familiares o para quienes disfrutan de la pesca, la observación de aves o los deportes acuáticos. La Ràpita también tiene un puerto deportivo de gran tamaño, que atrae a muchos aficionados a la vela. Las playas más cercanas al paseo marítimo de La Ràpita, Playa del Garbi y Playa de las Delicias, exhiben con orgullo su bandera azul y brindan todos los servicios necesarios para una perfecta tarde de relajación. Sin embargo, tampoco debes dejar pasar al menos un día en la Playa del Trabucador. Éste es un tramo de arena sin ningún desarrollo urbanístico, que conecta la península de Bañá con el continente. Como pertenece a un parque natural, tendrás más de 6 kilómetros de arena fina en un estado casi intacto para ti. Debes llevar suficiente agua y sándwiches para que duren todo el día, ya que no podrás encontrar aquí un solo bar o chiringuito. Para aquellos días en los que te gustaría algo más que una vida tranquila en la playa, puedes beneficiarte de las muchas bellezas naturales que rodean La Ràpita. La más sobresaliente es el Parque Nacional del Delta del Ebro, a unos pocos kilómetros al norte. Este parque abarca las marismas alrededor de la desembocadura del río Ebro, y comprende uno de los parques naturales más grandes de Europa. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza y especialmente para los amantes de las aves. Otra alternativa para una tarde nublada podría ser una caminata en la cercana cordillera de Montsià, en la que puedes disfrutar de algunos de sus fantásticos miradores, donde puedes ver las maravillas del Delta del Ebro. Si decides comprar una propiedad en Sant Carles de la Ràpita, tu familia y tú podréis disfrutar de la tranquilidad de sus playas de aguas poco profundas todos los días. La cercanía de la ciudad a dos parques naturales y a una cadena montañosa fácilmente escalable añade grandes oportunidades de excursiones para disfrutar de un fantástico entorno natural. Esta es también una ciudad de gran valor culinario, ya que su bahía está llena de mejilloneras y granjas de cultivo de ostras. Además, La Ràpita está a solo dos horas en coche de Barcelona y Valencia, por lo que es fácil planear un viaje de fin de semana si necesitas desintoxicarte de toda esa paz y tranquilidad. Si solo necesitas volar a Londres, también puedes ir al aeropuerto de Reus, aún más cerca (40 minutos en coche). En resumen, todo lo necesario para comenzar una nueva y emocionante vida en el Mediterráneo te está esperando aquí. Solo necesitas un billete de avión a Barcelona o Reus y pasar una tarde buscando en MiMove la mejor propiedad en venta en La Ràpita.
