La parte del turismo andaluz y nacional que no es absorbido por Conil, Cádiz o El Puerto de Santa María, se decanta por la costa atlántica situada al noroeste del Puerto de Santa María, e incluye los pueblos de Rota, Chipiona y Sanlúcar de Barrameda. La colonización de estos pueblos por parte de expatriados internacionales todavía es muy escasa (si no contamos a los americanos instalados en Rota), por lo que te sentirás como todo un pionero si te decides a comprar una vivienda en Rota, Chipiona o Sanlúcar.
Rota cuenta con una población de 30.000 habitantes y con un largo recorrido histórico desde tiempos romanos, lo que se ha traducido en un impresionante casco histórico lleno de monumentos, y que guarda tesoros como la muralla o el Castillo de la Luna, del siglo XIII, que sirve como ayuntamiento. Pero aunque los tesoros de su casco antiguo son mucho más numerosos que los de otros pueblos de la costa, lo que sin duda hace que la población de Rota se dispare en verano son sus fabulosas playas de arenas finas y doradas, que se alargan por 16 kilómetros y que se destacan también por su gran anchura. Entre ellas, cabe mencionar las playas urbanas de la Costilla, Chorrillo y Rompidilla, las playas de Costa Ballena (cercanas a diversas urbanizaciones del extrarradio) o la playa de Punta Candor, famosa por sus dunas. No se puede hablar de Rota sin mencionar su base naval hispano-americana, en la que conviven 5000 militares españoles, 2000 militares americanos y sus familias. El pueblo de Rota tiene una gran actividad económica relacionada con la base y es muy fácil encontrar personal americano de la base disfrutando sus horas de ocio en la vida nocturna roteña. Lógicamente, el mercado inmobiliario en Rota está también muy afectado por las necesidades de la base. Por ello, una posible forma de amortizar la compra de una vivienda en Rota es asegurar su alquiler de larga temporada a personal de la base.
Chipiona es otro de esos pueblos andaluces de población reducida (20.000 habitantes) y estupendas playas de arena fina y blanca que en verano ve su población multiplicada varias veces por el influjo del turismo nacional (entre 100.000 y 200.000 habitantes estivales, según la fuente). La ciudad se ve tomada por jerezanos, sevillanos, madrileños y otros españoles que han tenido la desgracia de nacer en un lugar sin playa y de esta forma el verano en Chipiona se convierte en una búsqueda constante de un aparcamiento o de un espacio en la playa para colocar una sombrilla o de un chiringuito en el que no hacer cola. Sin embargo, los encantos de Chipiona siguen ahí, entre los que cabe mencionar sus estupendas playas o unas vistas fabulosas desde el faro más alto de España. El visitante internacional que quiera comprar una vivienda en Chipiona encontrará aquí un pueblo, acogedor, familiar y tranquilo y con fabulosas playas que disfrutar durante nueve meses del año. El pueblo se transformará en los tres meses estivales, que le proporcionarán muy buenas oportunidades para alquilar su vivienda a muy buen precio y así amortizar parte de su inversión. Si, por el contrario, decide residir en Chipiona también en verano, se encontrará con una ciudad transformada por los numerosos residentes estivales y con un nivel de tranquilidad muy disminuido, pero también con una oferta extendida de actividades y vida nocturna.
Sanlúcar de Barrameda, con casi 70.000 habitantes, es a nuestro parecer la población con la oferta más completa de esta parte de la costa gaditana. La villa está unida desde el siglo XIII a el noble Guzmán el Bueno y a la Casa de Medina Sidonia que fundó, lo que se puede comprobar en un rico casco histórico que incluye el Palacio de Medina Sidonia y el Castillo de Santiago, ambos de obligada visita. Enclavada en la desembocadura del río Guadalquivir y base de la comunicación fluvial por Sevilla, la ciudad tuvo un papel crucial durante la conquista del Nuevo Mundo: de aquí partió el tercer viaje de Colón y la expedición de Magallanes que dio la vuelta al mundo por primera vez. El expatriado que quiera comprar una vivienda en Sanlúcar de Barrameda encontrará aquí 6 kilómetros de las mejores playas y una ciudad animada durante todo el año, y que no se congestiona en verano de la misma manera que otras poblaciones vecinas. Y esto, pese a que Sanlúcar en agosto ofrece uno de los espectáculos más singulares de España: sus famosas carreras de caballos en las playas de la ciudad. Sanlúcar se precia además de delicias gastronómicas a las que es difícil resistirse: en la desembocadura del Guadalquivir se pesca el famosísimo langostino de Sanlúcar, considerado como uno de los mejores de España. Asimismo, la ciudad produce una variedad propia del vino de Jerez, la manzanilla, ideal para un aperitivo al mediodía. Los mejores sitios para degustarlos, así como probar el mejor pescado fresco de la zona son los restaurantes de la avenida Bajo de Guía (y aquí la Casa Bigote es ineludible), así como los bares de tapas de la Plaza del Cabildo (donde no puede faltar la tortillita de camarones de Casa Balbino). Finalmente, una de las razones por las que Sanlúcar es un lugar especial para comprar tu vivienda es que está situado frente a las costas del Parque Nacional de Doñana, al que tiene un acceso privilegiado y adonde puedes realizar excursiones en privado u organizar una visita guiada. Doñana es un lugar de descanso obligado en el viaje de las aves migratorias europeas, por lo que este Parque Nacional declarado Patrimonio Mundial de la Unesco es un entorno privilegiado para observar todo tipo de aves, además de otros representantes de la fauna española, incluyendo el casi extinguido lince ibérico.
