¿Has estado en una población que rezuma encanto y alegría? Es el caso de Altea, una auténtica perla de la Marina Baja situada a los pies del mediterráneo. No hay nada como perderse por los callejones de Altea para apreciar el auténtico sabor valenciano. Aquí podremos disfrutar por igual desde una romántica cena con velas paras dos hasta una divertida noche de juerga en los garitos más movidos de la ciudad. Y, si quieres tener un refugio donde escaparte o vivir, Altea es tu ciudad. No en vano, la ciudad ofrece la tranquilidad necesaria para que muchos autores, pintores y poetas españoles hayan elegido Altea como el refugio donde poder cultivar su creatividad.
Desde hace muchos años y por la gran afluencia del turismo, Altea se viene destacando por sus fiestas y tradiciones. Sin duda, la más destacable es el espectáculo pirotécnico que tiene lugar cada segundo sábado de agosto y conocido como “el Castell de l’Olla”. Cada año, más de 50.000 personas ocupan las playas de Altea para disfrutar de la vista de una serie de castillos de fuegos artificiales que son lanzados íntegramente desde el mar. Para el visitante estival de Altea, esta es una experiencia que no se puede perder.
Los puertos de Altea son los lugares perfectos para disfrutar y divertirse. Primero podemos ver cómo se afanan los pescadores tradicionales en su puerto pequero para, más adelante, disfrutar de su gran puerto deportivo que se encuentra en las proximidades de su paseo marítimo. Este es el lugar perfecto para disfrutar del deporte al aire libre o, para los más relajados, de una bebida fresquita mientras nos calentamos con los rayos del sol del mediterráneo.
