Se llama Campo de Gibraltar a la comarca más oriental de la Provincia de Cádiz, y que comprende todo el litoral mediterráneo de la Costa de la Luz. Su nombre deriva del famosísimo Peñón, hoy en día controlado por los británicos, y cuyo majestuoso perfil figura puede divisarse tanto desde amplias zonas de la comarca, así como desde Estepona y Marbella y otras localidades de la Costa del Sol. El visitante internacional que desee comprar una casa en el Campo de Gibraltar hará bien en ignorar las dos mayores ciudades de esta comarca, Algeciras y La Línea. Su mayor ventaja es su cercanía con el Peñón, lo que puede ser un atractivo para aquellos que tengan un trabajo estable en el territorio británico. Sin embargo, salvo en algunas urbanizaciones de mayor nivel, el encanto de estas dos poblaciones para consolidar una vida junto al mar es mucho menor que el que ofrecen otros preciosos pueblos de la Costa de la Luz. Esto no quiere decir que el Campo de Gibraltar no ofrezca opciones para el expatriado que busca comprar una vivienda. Al extremo más sur de la zona (y, de hecho, de Europa), Tarifa se ha convertido en toda una Meca para el aficionado europeo al Surf, Windsurf y Kite-surf, al contar con los vientos más favorables para la práctica de estos deportes acuáticos. Por otro lado, aquellos que buscan un ambiente más bucólico, pueden encontrar su propiedad en los hermosos pueblos de Jimena de la Frontera o Castellar de la Frontera.
Tarifa es el punto de encuentro del Mediterráneo y el Atlántico y esto es la razón por la que el estrecho que la separa de África es conocido por su violento oleaje y sus fuertes vientos. Los vientos de Tarifa son famosos en todo el mundo, y por ello sus playas se han convertido en un escenario habitual de competiciones internacionales de cualquier tipo de surf. Y esto se puede constatar en un primer paseo por el pueblo, en el que la numerosísima oferta de escuelas de Kitesurf da a entender que este deporte se ha convertido en el auténtico estilo de vida de Tarifa. Si completamos esto con una oferta en golf, escalada o escapadas a caballo, tenemos en Tarifa un destino idóneo para el visitante deportivo. Atraídos a Tarifa por su fama de paraíso surfero, llegan cada año multitud de visitantes internacionales, ansiosos de practicar en sus playas toda variedad de deportes acuáticos y de aprovechar las veladas tarifeñas para relajarse en los numerosos restaurantes, cafés y pubs que se encuentran dispersados por el pueblo. Esto ha dotado a este entrañable pueblo andaluz un divertidísimo ambiente joven, a veces algo alternativo y chill-out. El comprador extranjero que quiera buscar una propiedad en Tarifa suele ser de tipo joven y deportivo, que busca aprovechar al máximo sus playas y disfrutar de su ambiente nocturno. Tarifa no es una población grande (no tiene más que 18.000 habitantes), por lo que la demanda es mucho mayor que la oferta y hay que ser rápido para atrapar las oportunidades inmobiliarias en el mercado. El comprador más familiar y tranquilo debe tener en cuenta que el mayor activo de Tarifa -el viento- también puede ser la debacle una jornada tranquila de playa (sobre todo cuando se trata del temible levante, el viento proveniente del este). Aún teniendo en cuenta esto, los encantos de Tarifa son innegables. ¿Por qué no los pruebas de primera mano?
Si el estilo de vida deportivo de Tarifa no es el más adecuado para ti, el Campo de Gibraltar te ofrece otros refugios rurales donde llevar una vida más tranquila e integrada con la población nativa. Entre ellos, destacamos Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera, ambas dotadas de impresionantes fortalezas moras de tiempos de la Reconquista. Aquel que quiera comprar una propiedad en Jimena o Castellar, encontrará aquí un remanso de tranquilidad donde poder disfrutar de una vida familiar plena. Ambas poblaciones forman parte del Parque Nacional de los Alcornocales, lo que proporciona amplias oportunidades de senderismo o de observación de la flora y fauna local. Y las familias con niños pueden estar tranquilas: Sotogrande, y su prestigioso colegio internacional, está a tan solo unos kilómetros.
