Con 60.000 habitantes, Motril es el segundo núcleo urbano más importante de la provincia de Granada, detrás de la capital. Motril es esencialmente un centro urbano donde residen los trabajadores de la zona, dedicados en su mayoría a los servicios turísticos y la agricultura de aguacates, mangos, chirimoyas o caña de azúcar. A un escaso kilómetro del mar, tiene su propio puerto deportivo y pesquero, por lo que puede ser un lugar idóneo para alojarse para los amantes de la pesca y el submarinismo. También a escasos dos kilómetros, se halla la playa de Motril y, justo al borde del mar, con unas impresionantes vistas mediterráneas, se encuentra el club de golf Los Moriscos. La ciudad de Motril no destaca especialmente por su belleza, y más aún cuando la comparamos con el encanto de las vecinas Salobreña o La Herradura. Es por ello que el centro urbano no suele ser un blanco para el comprador inmobiliario internacional. Sin embargo, precisamente por ello, los precios de la vivienda están más bajos y es posible encontrar buenas ofertas. Esto puede ser interesante para aquellos que, queriendo residir junto al mar no están dispuestos a renunciar a las comodidades urbanas presentes en Motril, como varios centros comerciales, amplios parques o incluso su propio teatro, el Teatro Calderón, donde disfrutar de obras y espectáculos en español a lo largo del año.
El visitante que elige Motril para asentarse suele preferir alejarse del núcleo urbano y adquirir un chalé o un apartamento en la cercanía de alguna de sus estupendas y genuinas playas, que tienen un carácter marcadamente más nativo que Almuñécar y La Herradura. Las playas son tomadas mayoritariamente en verano por familias de las provincias de Granada o de Jaen, que han comprado o alquilado una segunda vivienda junto al mar, para así evitar el sofocante calor del interior. Los visitantes internacionales son aquí menos numerosos y, por ello, mejor bienvenidos y calurosamente acogidos por los residentes andaluces. Entre las mejores playas de Motril, caracterizadas en su mayoría por su arena más oscura, podemos recomendar las playas familiares de Poniente y Torrenueva para los que buscan un ambiente familiar. Los amantes del naturismo pueden dirigirse a la Playa de la Joya, más tranquila y resguardada entre impresionantes acantilados. Algo más lejos, a 13 kilómetros de la ciudad, está el bellísimo pueblo costero de Calahonda, con una extensa playa de arena más gruesa y bordeada de espectaculares formaciones rocosas. En las playas de Motril disfrutarás de unos veranos auténticos junto a una acogedora comunidad local de amigos. Esto puede ser una oportunidad única para experimentar el verdadero estilo de vida español. ¿A qué estás esperando?
