Si no te decides entre vivir en mar o montaña, en Villajoyosa hay un lugar adecuado para ti. Tienes a escasos kilómetros el mar mediterráneo junto con la Sierra de Aitana o la Sierra Helada, dos planes fantásticos sin tener que limitarte a una única opción. También disfrutarás aquí de la maravilla del Pantano de Amadorio, un lugar tranquilo para disfrutar de una buena excursión en familia o para disfrutar de los deportes acuáticos.
Si te consideras de las personas que siempre le pone su punto dulce a la vida, te encantará el alimento importante que hay en Villajoyosa: el chocolate. Sí, lo has leído bien: en Villajoyosa hay varias empresas dedicadas a la elaboración de este alimento. Pero esto no queda ahí: ¡También hay aquí hasta un Museo del Chocolate y rutas guiadas con degustaciones! Es sin dudas, un lugar donde los más golosos no podrán dejar de acudir.
Sin lugar a dudas, tu primera parada en la ciudad será las pintorescas casas colgadas policromadas. Son casas típicas pintadas de colores variados para que los pescadores que vivían en ellas pudieran diferenciarlas cuando volvían de la jornada laboral. Desde allí te puedes adentrar en su casco antiguo e impregnarte de su encanto. Finalmente, puedes acabar la jornada asistiendo a un partido de rugby o unas clases de gimnasia rítmica que tan característicos son en la ciudad alicantina.